jueves, marzo 26, 2009

Me piden que salga de testigo IV

Luego de haber pretendidamente demostrado que la macroevolución sería una vil patraña, la revista aborda un tema importantísimo para el creyente, a saber: si se contradicen o no el relato del Génesis y la ciencia. Como es obvio, la suma importancia de esta cuestión radica en que las verdades propiamente científicas –no como las de Darwin– tienen una fundamentación mucho más sólida que las religiosas, y por lo tanto, en caso de existir la contradicción mencionada, el texto bíblico resultaría, si no refutado, al menos seriamente desacreditado. Sólo habría dos soluciones posibles para el creyente: o bien demostrar que las presuntas verdades científicas implicadas no son tales, o bien demostrar que la contradicción no es real sino aparente. Por su parte, según lo dicho aquí, los fundamentalistas cristianos (quienes afirman que el universo fue creado en 6 días de 24 horas, hace unos 10.000 años) están claramente refutados por la ciencia; el testigo debe alejarse de la interpretación de aquéllos, que la Biblia no respalda, y mostrar "lo que nos enseña realmente la Biblia".

La primera cuestión problemática que aparece es, obviamente, la del principio del universo. El Génesis arranca, como sabemos, contando: "En el principio Dios creó los cielos y la tierra". Esta acción divina, según "los eruditos bíblicos coinciden", no forma parte de lo ocurrido en el primero de los seis días de la creación (del que se empezaría a hablar recién en 1:3, cuando Dios dijo: "Sea la luz", y hubo luz, y Él la separó de las tinieblas creando el día y la noche). Esto significaría que, según la Biblia, el universo ya existía desde un tiempo indefinido anterior al comienzo de los días creativos. De esta manera, encontrándose inespecificada la antigüedad de "los cielos y la tierra", no hay entonces ningún conflicto aquí entre la afirmación bíblica y los cálculos de geólogos y astrónomos acerca de la antigüedad respectiva de la Tierra y del universo.

En cuanto a los seis días creativos, el error de los fundamentalistas es entenderlos como ciclos de 24 horas; todos reconocemos que semejante interpretación está en grave contradicción con las investigaciones de la geología y la paleontología. Sin embargo, la palabra hebrea que se traduce por "día" puede, en realidad, aludir a espacios de tiempo de duración diversa, no sólo de 24 horas. Por lo tanto, cuando se habla en el Génesis de los días de la creación, podría tratarse de períodos muy extensos. Así, la aparición gradual de las obras de la creación fue mucho más lenta de lo que afirman los fundamentalistas. Y de hecho, "un análisis cuidadoso" de la narración del Génesis nos mostraría que algunos acontecimientos, aunque comenzaron en un "día" determinado, no se dieron de forma instantánea, sino que se prolongaron durante uno o más de los "días" siguientes. Así, por ejemplo, el Sol ya existía desde antes del primer período creativo, y posiblemente fue durante el transcurso de éste cuando unas nubes densas, que impedían que la luz llegara a la superficie de la Tierra, comenzaron a disiparse; este fenómeno se extendió al menos hasta el cuarto día, que fue cuando el Sol y la Luna comenzaron a ser visibles desde la Tierra. Lo mismo se aplicaría a la aparición progresiva de la vida, que se produjo a lo largo del quinto y el sexto día.

En la serie que aquí termina, he tratado simplemente de exponer –aunque a veces con cierta ironía inevitable– algunas formas de argumentación que encontré en las revistas de los testigos. Me guardé las muchas críticas y objeciones que fácilmente pudieran hacérseles y busqué, más bien, ilustrar dos estrategias argumentativas casi contrarias que me pareció notar en ellos: en primer lugar, defender la existencia de un Dios Creador señalando el fracaso del saber científico para explicar cabalmente determinados fenómenos; en segundo lugar, defender la validez del texto bíblico sosteniendo no sólo que las afirmaciones de la ciencia que parecen refutarlo no lo hacen realmente, sino también que diversos saberes científicos ya estaban de algún modo contenidos anticipadamente en la Biblia.

15 comentarios:

Malena dijo...

Obviamente, dado que a la biblia la escribieron los grandes padres de los hombres, inspirados por dios, es de esperarse que supieran todo lo relativo a la ciencia actual - o al menos, lo verdadero que hay en ella. Lo entretenido es ver cómo, a lo largo de los siglos, se ha tratado de justificar cómo la biblia ya posee informacion sobre el futuro que nosotros, débiles mortales, no podemos interpretar correctamente. Aparentemente si leemos bien el génesis podríamos saber todo lo que tiene de verdadero la ciencia actual; si leemos bien el apocalipsis, podremos conocer el futuro. Lo que este tipo de interpretadores bíblicos parecen ignorar es que sólo los podemos interpretar correctamente una vez que el futuro ha pasado. De sus palabras muchas veces se desprende que, si la humanidad hubiese leído con atención, habríamos podido evitar todas las calamidades y adleantar nuestro conocimiento por muchos siglos. Si Bacon hubiera prestado más atención a la biblia habría podido inventar la licuadora. ¡Y Copérnico no tuvo ningún mérito! Si ya estaba escrito en la biblia...

Nico dijo...

O dicho de otra manera: en retrospectiva todos nos creemos piolas. Una vez leí de alguien algo así: es imposible que entre dos cosas cualesquiera no haya absolutamente ninguna relación; a partir de ahí, todo lo demás es retórica.

Y ya me gustaría ver cómo la demostración al Teorema de Fermat estaba en los Evangelios.

cuti dijo...

impíos! no saben la cantidad de problemas tecnológicos que solucioné gracias a los evangelios! por ejemplo aquella mesa de luz con una pata -si me permiten el término- coja...

nico, un día de estos lo voy a contactar para hacerle una pregunta.

Nico dijo...

Uyuyuy, no sé si no debería eliminar su comentario hereje, por si acaso. Para que no me lleve al infierno. Yo siempre tengo presente la apuesta de Pascal.

Cuando quiera, Cuti, pa' lo que guste mandar.

Unknown dijo...

Lo de Copernico es cierto tampoco tenía tanto mérito. La Biblia ya decía quen la Tierra era redonda en Isaías 40:22 y que estaba "colgada sobre la nada" en Job 26:7. Y esto no es broma.

Felicidades por los 4 artículos, me parecieron muy interesantes y muy bien redactados. Aun así, como persona creyente que soy, quisiera dejaron con una reflexión respecto a lo expuesto: ¿cómo pudo saber Moises, el escritor del Génesis, el orden en que se formó el planeta y la vida en él si la ciencia no lo ha descubierto hasta hace poco?

Perdón que comente ahora aunque ya hace semanas de esto, pero encontré el artículo y cuando leí lo de Copernico no me pude resistir a comentar.

Nico dijo...

Si es por restarle mérito a la teoría formulada por mi tocayo, puede, en todo caso, nombrarse a Heráclides Póntico o Aristarco de Samos. Pero ninguno de los pasajes bíblicos que ud. cita hace referencia alguna al heliocentrismo. Si existe alguno que la haga, avíseme. Yo francamente lo desconozco.

Gracias por lo que dice sobre mis textos.
Como persona agnóstica que soy, me permito –con todo respeto– expresarle mis reparos en aceptar que el autor del Génesis conociera realmente ese orden. No me parece improbable que pudiera, tal vez por lógica, intuirlo (primero la aparición de los fenómenos más regulares de la naturaleza, luego de los menos) de manera aproximada –y enfatizo este último adjetivo, no sólo porque algunas de las cosas que en el Génesis se dicen, al menos entendidas en sentido literal, no se corresponden con las afirmaciones de la ciencia, sino también porque el autor de ese libro se expresa con suficiente imprecisión para que cualquier pseudo-filólogo más o menos hábil pueda leer en él lo que le conviniere.

No pida disculpas, Edgar. No me hago el exquisito con la puntualidad de los comments, ni tampoco estoy en posición de hacerlo, si se tiene en cuenta que actualizo casi una vez por mes. Bienvenido.

Unknown dijo...

Ya que me dejas la impuntualidad, jejejeje, aprobecho para contestarte (tranquilo que simplemente es la contrarépklica, no es inicio de un debate infinito).

No, efectivamente esos textos no hablan del sistema helicoidal, simplemnete dicen que la tierra es redonda y que está "colgada de la nada", hechos que no se descubrieron hasta mucho después. Pero me vino a la mente cuando alguien habló de Copernico esos dos textos, y me parecío curioso citarlos.

Respecto a lo de Moises, personalmente yo si que lo veo completamnete improbable, más viendo los mitos contemporaneos de la creación. Y para apoyar esto fijaos en lo siguiente. Moises (que estudió en Egipto, el país de las pirámides) aseguró que primero surgieron las plantas (día 3) y luego la luz llegó a la tierra (día 4). La ciencia ha descubierto que es así, que las primeras plantas limpiaron la atmósfera y entonces llegó la luz. ¿Pudo Moises, con su educación, "deducir" que primero surgieron las plantas y luego la luz? Mi conclusión particular, como habrás adivinado, es que Dios se lo dijo.

Gracias por tu bienvenida y ya iré consultando este blog, me parece interesante. Felicidades de nuevo.

Malena dijo...

Mirá que me tuve que aguantar para no venir a hacer bardo en tus firmas, eh. Como la discusión andaba tan respetuosa me di cuenta de que mis intervenciones (que generalmente son más ad hominem que otra cosa) no iban a ser bienvenidas. Pero no podía dejar de decir que estas firmas me han escandalizado como pocas.

Nico dijo...

Malena: Contadísimas veces he aplicado la censura sobre algún comentario, y dudo que vaya a usarla sobre uno tuyo. Así que animate a hablar nomás.
Creo que los argumentos ad hominem no son lo ideal para una discusión sana y fructífera, pero si necesariamente tenés que recurrir a ellos, te ruego al menos que los expreses en los términos más respetuosos posibles, evitando la crudeza de frases como por ejemplo "es ud. un crédulo ignorante", en pos de fórmulas más eufemísticas.

cuti dijo...

qué onda con lo de los argumentos ad hominem? Así no se puede, le saca toda la diversión a la cuestión. Y no hablo de decir cosas como "es ud. un crédulo ignorante" (btw una redundancia) sino "ud. es un pedazo de mongólico bárbaro con un chancro coagulado que hiede a pescado putrefacto en lugar de cerebro".

por ejemplo.

Nico dijo...

Cuti: Tiene ud. razón si sugiere que mi ejemplo de "crudeza" fue un tanto liviano –aunque no acuerdo en que sea una redundancia, como tampoco me parece un oxímoron la expresión "ignorante incrédulo"–. En cuanto a la diversión, no sé si evitar los argumentos ad hominem la destierra por completo del mapa; pero en todo caso, eso que llamo vagamente "una discusión sana y fructífera" no tiene por qué incluir necesariamente la diversión –y es más: no descarto que pueda resultar algo réquete ultra aburrido–.
Tal vez podríamos permitirnos esa diversión al discutir con personas de cierta confianza, pero como a Edgar recién lo conocemos, creo que no correspondería tomarnos semejante atrevimiento.

Pero para que quede bien clarito que yo llevo razón en esto y ud. no, debo hacer notar que es ud. un paparulo, enano mental y tonto de capirote.
Tenga un saludo, estimado.

cuti dijo...

you´re no fun anymore.

Nico dijo...

That's unfortunately right, and I'm sorry about it.

cuti dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=6RexQLrcqwc

Nico dijo...

Eso, señor, es muy genial.