martes, marzo 11, 2008

Linda mañana

La felicidad es una distracción, ¿no? Por eso suele ser más accesible a los enamorados venturosos y a los estúpidos. ¿Acaso no soy feliz cuando consigo –casi nunca de forma deliberada– adelgazar mi campo atencional dejando dentro de él tan sólo algunos objetos gratos a cuyo vaivén me acuno?

No, seguro que esto no vale como definición, pero tal vez alcance a dar cuenta del estado de conciencia, parecido a la felicidad, que ha sabido despertar en mí la versión tan llena de espíritu y de matices que hizo Ray Charles de "Oh, what a beautiful morning" (originalmente un vals que integraba un célebre musical que me gustaría no ver). O, por mejor decir, la versión que él nunca hizo, la que, con el acompañamiento de la orquesta de Count Basie agregado por magia de la tecnología, se incluye en el disco Ray Sings, Basie Swings, producido por Concord Records en el año 2006. Hablo de esta versión:



El disco entero es excelente y lo recomiendo mucho.