La felicidad es una distracción, ¿no? Por eso suele ser más accesible a los enamorados venturosos y a los estúpidos. ¿Acaso no soy feliz cuando consigo –casi nunca de forma deliberada– adelgazar mi campo atencional dejando dentro de él tan sólo algunos objetos gratos a cuyo vaivén me acuno?
No, seguro que esto no vale como definición, pero tal vez alcance a dar cuenta del estado de conciencia, parecido a la felicidad, que ha sabido despertar en mí la versión tan llena de espíritu y de matices que hizo Ray Charles de "Oh, what a beautiful morning" (originalmente un vals que integraba un célebre musical que me gustaría no ver). O, por mejor decir, la versión que él nunca hizo, la que, con el acompañamiento de la orquesta de Count Basie agregado por magia de la tecnología, se incluye en el disco Ray Sings, Basie Swings, producido por Concord Records en el año 2006. Hablo de esta versión:
No, seguro que esto no vale como definición, pero tal vez alcance a dar cuenta del estado de conciencia, parecido a la felicidad, que ha sabido despertar en mí la versión tan llena de espíritu y de matices que hizo Ray Charles de "Oh, what a beautiful morning" (originalmente un vals que integraba un célebre musical que me gustaría no ver). O, por mejor decir, la versión que él nunca hizo, la que, con el acompañamiento de la orquesta de Count Basie agregado por magia de la tecnología, se incluye en el disco Ray Sings, Basie Swings, producido por Concord Records en el año 2006. Hablo de esta versión:
8 comentarios:
yo acabo de escucharlo pero el efecto es el mismo. Eso sí, no sea prejuicioso que Oklahoma! es uno de los musicales más visibles y escuchables. Capaz que le gusta y todo.
Mire, yo no le puedo escuchar la canción ahora, pero si vale, le comento como desviado, ¿vió?. Que me cambió el ritmo del posteo y se me pasó demasiado rápido el anterior, pero que igual le digo que me hizo contacto con el precioso de John Cusack en High Fidelity y las bandas de sonido para musicalizar la vida, aunque no tenía nada que ver. Que no le haga tanto asco a Oklahoma! y basta para eso que, además de lo dicho por el Sr. Cuti, la coreógrafa era Agnes de Mille (la sobrina de Cecil B.) que era una copada bárbara, que sabía que era mala bailando pero escribía muy lindo.
Y que sí, que soy un plomo a esta hora.
Cuti: ¿El efecto es el mismo que cuál? ¿Denserio me recomienda el musical? OK, entonces me replantearé mi postura. ¿La película de 1955 está buena?
Marta: Tiene razón. Discúlpeme el cambio de ritmo de posteo. Quise compensar en poco tiempo el largo silencio en que caí el mes pasado y en que seguro recaeré desde la semana próxima.
Usté me termina de convencer. Les haré caso a los dos, pues, en cuanto a Oklahoma!, y ya que estoy, cuando pueda veré esa película de Cusack que me nombra.
Y no diga pavadas, estimada, que no resulta un plomo en absoluto. Ud. enseña y deleita a la vez, como pedía don Horacio y cumplía don Petete.
que escucharlo a la mañana. Había algo que ahora no está acerca de escuchar el tema a la mañana y que te alegre el día, o algo así.
... y sí, habría que empezar todas las mañanas así.
oh! martite dió con un tema crucial para mí: las bandas sonoras de mi vida. A veces le ando pifiando y el acompañamiento musical no ayuda para nada, mire vea y entonces no sé si mi estado me lleva a determinada música o la música me lleva a determinado estado.
Un abrazo, don nico.
Por más que intento no le encuentro la vuelta a los musicales.
El tema es muy lindo realmente.
bueno, este podría llegar a hacerme cambiar de opinion http://www.imdb.com/title/tt0102564/
Aunque hayan pasado tantos días, respondo para no quedar como un ortiba.
Cuti: Ahora sí. Discúlpeme, no lo comprendía.
Manón: Creo que la influencia a veces va en una dirección y a veces en otra, ¿no?
Sepa que me sentí honrado cuando me nombró y me linkeó en su post donde habló de este tema. Un abrazo para usté.
Rambo: Procuraré ver ese prometedor filme.
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