Intrigado, busqué información sobre ese nombre. Fue en vano: no lo mencionaban Ovidio ni Apolodoro; no figuraba en el libro de Robert Graves ni tampoco en el exhaustivo Diccionario de mitología griega y romana de Pierre Grimal. A pesar de mi curiosidad y empeño, nada pude averiguar, y quedé suspenso preguntándome qué sino fantástico y vertginoso pudo haber llevado a este tal Corifeo a ser partícipe, bajo las identidades más diversas (anciano en Tebas, Danaide en Argos, Euménide en Atenas, y un largo etcétera), de todas las tragedias griegas que hasta el momento yo había leído.
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2 comentarios:
http://es.wikipedia.org/wiki/Corifeo
Ves? Es cuestión de invocar al Dios Gúguel que tiene todas las respuestas, o no. Qué libros ni qué nada.
Al tipo, que no vivía en estos tiempos de Google y Wikipedia, le bastaba consultar al más humilde diccionario de la lengua española para salir de su extravío. Ahora es otra cosa.
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